martes, 17 de noviembre de 2009

La lluvia de la semana para el conflicto parroquial

Resulta desagradable que una parroquia se vea envuelta en un conflicto que lleva a la inseguridad y a la incertidumbre a ciertos grupos dentro de ella. Es importante destacar la labor que desarrolla, ya reconocida con un sol hace alguna semana. Pero cuando una simple reforma se convierte en un caballo de batalla entre personas y grupos que al fin y al cabo buscan un fin común, un barrio mejor y un mundo mejor, hay algo que falla.
El caballo de batalla no es por egoísmo o por querer establecerse de la manera más ventajosa en el nuevo recinto que se va a crear. Es por querer que un mismo lugar sirva para todos y todas las personas y grupos, y cuando eso se produce es porque ha habido diálogo, respuesta a las inquietudes ajenas y ganas de trabajar entre todos y todas,porque para eso es una parroquia.
Se da la situación en la que parece que este concepto no está muy claro para cierta gente, personas que no ven más allá de sí mismos, y de su convicción en que su intelecto es mayor que el delresto, y por tanto la opinión de otros no cuenta.
Cuando lo que se pretende es mejorar las cosas ya existentes, es importante tener muy en cuenta que la voz de nadie está por encima de alguien.
Desde aquí hago un llamamiento a la cordura, la responsabilidad y el diálogo como única manera de conseguir objetivos. Porque sin una parroquia unida es difícil un barrio unido.
Por una parroquia que es de todos los que participan de ella y que estos todos decidan aquello que les es propio, pero TODOS.

2 comentarios:

  1. me parece un poco raro todo esto que has puesto, pero en fin, no se ya veo cual es tu estilo jejeje

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  2. Con la Iglesia hemos topao,totalmente de acuerdo.Pero aun hay mucho más que hablar de la parroquia,o mejor dicho de los curas de Otxar.

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