lunes, 18 de enero de 2010

Haiti, increíble pero cierto

Bueno, creo que a estas alturas de la película nada debería de sorprenderos, aunque me perdonaréis en que os diga, que yo por mi porte lo sigo haciendo.
Cualquiera estoy seguro de que se ha sentado a ver las noticias aunque sea un sólo momento. Hemos visto cómo han muerto cientos de miles de personas, y aunque solo sean números la singularidad de cada vida es insustituible, y debería de habernos servido a todos nosotros de la enorme hipocresía que todos los días vivimos, en la que mientras unos contamos con enormes privilegios, otros en este mismo punto azul no tienen lo suficiente como para poder sobrevivir.
Lamentablemente, esta hipocresía no se enmascara en esa supuesta ayuda internacional. Mientras a los estadounidenses solo se les ocurre mandar soldados, las tropas europeas se dedican a socorrer a las víctimas extranjeras que en esos momentos estaban en el único hotel de lujo del país situado e Puerto Príncipe.
Es decir, que mientras que hay haitíes que están muriendo no por el terremoto, sino por heridas curables y hambre y sed, las tropas de la grande y libre Europa se dedican a salvar a sus nacionales, como si los otros 2.800.000 haitíes que quedan fueran mierda.
Una pena, pero así somos, y como nadie decimos nada pues es que no pasa nada.
Para finalizar sólo querría hacer una reflexión, todo lo que sube baja, y todo lo que un día es una cosa, mañana puede ser otra. Qué bonita es la madera barnizada y decorada, sin embargo, cuando se quema, no es más que ceniza, igual que cualquier rama carcomida que hubiera caído en el bosque. Ahí queda.

1 comentario:

  1. Pues va a ser que tienes razón, no hay mierda que tape lo que están haciendo

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